sábado, 14 de abril de 2018

Cuba no aceptará amenazas ni chantajes de EE.UU. (+Audios y Video)

Lima, Perú.- Cuba no aceptará amenazas ni chantajes del gobierno de los EE.UU., reiteró hoy el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ante jefes de Estado y de Gobierno que intervienen en la VIII Cumbre de las Américas, en esta capital.

Al tomar la palabra en el segmento de alto nivel de la cita hemisférica, que concluye este sábado en el Centro de Convenciones de Lima, el jefe de la diplomacia cubana subrayó que la mayor de las Antillas “no desea la confrontación, pero no negociará nada de sus asuntos internos, ni cederá un milímetro de sus principios”.


Durante su discurso, el Canciller afirmó que aunque hoy han sufrido reveses, fueron tangibles los progresos de los últimos años en las relaciones con EE.UU. cuando, además, se demostró que era posible y beneficiosa la convivencia civilizada dentro de las profundas diferencias entre los gobiernos.

Denunció en el actual contexto el endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. contra Cuba, el cual provoca limitaciones al pueblo y viola los derechos humanos, a la vez que cuenta con el rechazo de la comunidad internacional y sectores del propio país norteño.


Argumentó que también aumenta la repulsa global a la ocupación ilegal del territorio en Guantánamo por la base naval y el centro de detención y tortura estadounidense enclavados allí.


Sufre total descrédito el pretexto para reducir el personal de la embajada estadounidense en Cuba y afectar el derecho a viajar de cubanos y ciudadanos de aquel país, argumentó Rodríguez Parrilla al aludir a los supuestos incidentes acústicos padecidos por diplomáticos de Washington en La Habana hace unos meses.

En otro momento de su intervención, el ministro de Relaciones Exteriores calificó a la Organización de Estados Americanos y su secretario general, Luis Almagro, como meros instrumentos de EE.UU., cuyo objetivo es restablecer la dominación imperialista en la región.


Cuestionó que el tema de la Cumbre sea precisamente el de la lucha contra la corrupción, cuando esta se ve agravada al interior de los círculos de fiscales y jueces que actúan como partidos políticos.


Se oculta en este encuentro que la corrupción prevalece entre gobernantes, parlamentarios, políticos conservadores y los sistemas electorales, y en los bancos del norte donde ocurre el lavado de activos financieros, incluso provenientes del narcotráfico, entre otros delitos, denunció.


En ese escenario, abundó que se impide a los electores votar por candidatos con fuerte apoyo popular, como el caso del expresidente brasileño, actualmente encarcelado Luiz Inácio Lula da Silva, “cuya libertad demandamos”, acotó.

El diplomático cubano dedicó gran parte de su pronunciamiento a Venezuela, y dijo que no debe subestimarse la gravedad de la declaración arbitraria e injusta de ese país como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de la superpotencia” norteamericana.

La exclusión del presidente Nicolás Maduro de esta Cumbre es una afrenta a todos los pueblos de Nuestra América, y un retroceso histórico impuesto por el actual gobierno de los EE.UU., apostilló.

Una vez más, abogó por la libre determinación de la hermana nación bolivariana y reiteró la invariable solidaridad de Cuba en defensa de la unión cívico-militar bolivariana y chavista del pueblo, encabezada por su Presidente constitucional.

Al referirse a los ataques perpetrados contra Siria por EE.UU. y aliados de la OTAN, el Canciller aseguró que se trató de una acción unilateral, ilegal, sin evidencias ni conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.


Esa flagrante violación de los principios del Derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas agudizará el conflicto en ese país y en la región, sentenció, al tiempo que expresó el rechazo de la Isla al empleo de armas químicas y otras de exterminio en masa por cualquier actor o circunstancia.


Durante su discurso, el ministro de Relaciones Exteriores se solidarizó con otras causas de la región, como las de Ecuador, por el asesinato de tres periodistas, la de Puerto Rico y las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado por el Reino Unido.  

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